domingo, 25 de enero de 2009

Profundidad Absurda


Hannes Caspar


Vas a soportar ingentes cantidades de piedad, pero aprenderás a ignorarlas. Exactamente igual que cuando mueras. El hecho de que alguien como tú muera les impactará. Todos se compadecerán de ti, no de los que te rodean, de ti. Para entonces ya sabrás lo que es ignorar.

Impertérrito. Ignoro tu ausencia mientras me pregunto por qué yo te salvaba mientras tú me hundías. Decidiste matar el tiempo con rompecabezas.

Adiós, caballos. Adiós.

martes, 6 de enero de 2009

Convergencia Absoluta

Clayton Cubitt

Lotte fue a bajar la basura, decía que el apartamento olía fatal. (No soportaba ni el hedor de la vida, ese que todos, tarde o temprano, terminamos sintiendo.) Aunque hacía un frío terrible, se empeñó en sacarla con su fino batín de raso. Regresó a la cama helada para levantarse en un breve lapso de tiempo.

-Voy a hacer café, ¿quieres?
- Sabes que soy hipertenso.
- Demasiado estricto, eso es lo que eres.

Desapareció de la habitación y me quedé solo, pensando en aquella mujer eclipsante. A pesar de que nos conocíamos desde hacía tiempo, no sabía mucho sobre su pasado. Recuerdo que una noche de embriaguez y paraísos prohibidos me empezó a contar que de pequeña quería ser astronauta y viajar por el espacio. Me había revelado, incluso, que más de una vez había deseado perderse en el espacio, alejarse de todo ser viviente y morir junto a las estrellas. Mi reacción ante sus palabras fue preguntarle que por qué una niña querría morir, a lo que ella me contestó: No era la muerte lo que deseaba, sino desintegrarme.

Supuse que el café ya estaba listo, había oído salir el agua a presión desde hacía rato, así que me acerqué a la cocina. Fue cuando la vi caer, suspendida en el aire por el hilo finito de la vida.