lunes, 28 de septiembre de 2009

Lluvia


Elene Usdin


Nunca el sueño fue tan triste. Decenas de luciérnagas. Había estado lloviendo. Era incoherente, pero a mí me encantaba porque era mi sueño. Pude pintar luces y sombras, el contraste era fascinante. Entonces, las luciérnagas se apagaron y me sumí en la total oscuridad.